lunes, 25 de julio de 2016

Desde el hidrohide

Éste es ya el segundo año que practico la curiosa modalidad del hidrohide o aguardo acuático, que para los que no sepáis, consiste en un aguardo flotante móvil, el cual permite acercarnos a las aves en vez de tener que esperarles como ocurre en el hide convencional. Pero bueno, no todo es tan bonito como lo pintan, y la mayoría de las veces las aves huyen varios metros antes de estar a distancia de foto. No obstante, a fuerza de intentarlo, por motivos que desconozco hay ciertos días y ciertos ejemplares que te permiten acercamientos aceptables, e incluso acercamientos extremos como el que os muestro a continuación de una garza imperial (joven), y esos días de fortuna, son los que te dan fuerza y ánimos para volver a arrastrarte por el barro de las orillas, a cargar con el hidro varios metros hasta llegar a la orilla y a meterse en las frías aguas primaverales, porque como ocurre en esto de la fotografía animal... todo el sacrificio se olvida cuando los planes salen según lo previsto;)

A continuación os muestro el resultado de unas 15 sesiones aproximadamente, algunas jornadas realmente buenas, otras en cambio desesperantes... esto es así;) Un saludo y espero que os gusten!